FIESTA / ASTURES Y ROMANOS
Astorga revive la época de Roma
La ‘Circus Máximus de Astúrica’ acogió a cerca de 10.000 romanos y astures que lucharon por su honor
Dos romanos atados intentan atravesar con éxito el tronco para no caer al agua.
Siglo III antes de Cristo hasta siglo V después de Cristo. Durante este periodo el Imperio Romano dominó lo que ellos llamaron Hispania. Estos tiempos tan lejanos llegaron ayer a Astorga, en concreto a la ‘Circus Máximus de Astúrica’ –plaza de toros–. El recinto estuvo abarrotado, más bien podemos decir que se quedó pequeño. Alrededor de 10.000 almas, unas de sangre romana, otras de sangre astur, llenaron por completo unas gradas repletas de júbilo, energía y miradas desafiantes.
Si los astures increpaban la llegada a la plaza de los cónsules, los romanos respondían abucheando y convencidos de la victoria. Bajo un sol de justicia y con timbales y trompetas de fondo iban entrando los gladiadores y demás guerreros. Los romanos, perfectamente uniformados con sus túnicas y togas. Los astures, con sus espadas, falcatas, escudos y brazaletes.Todo estaba a punto de comenzar. Las mentes de todos debían retroceder varios siglos para interpretar mejor sus papeles. Sobre la Circus Máximus había dos historias, dos ideas de entender el mundo. Un ejército más numeroso, el romano, debía demostrar en las pruebas que se habían preparado su teórica superioridad sobre los astures, que eran menos en número, pero hacían el mismo ruido que cualquier romano debido al sentir guerrero que siempre les caracterizó.
La caída tímida del sol simbolizó el inicio de las actividades. Habilidad, destreza y fuerza se antojaron básicas para ser el ganador final. Romanos contra Astures, dos fuerzas con un mismo fin: defender su patria y honor.
Si los astures increpaban la llegada a la plaza de los cónsules, los romanos respondían abucheando y convencidos de la victoria. Bajo un sol de justicia y con timbales y trompetas de fondo iban entrando los gladiadores y demás guerreros. Los romanos, perfectamente uniformados con sus túnicas y togas. Los astures, con sus espadas, falcatas, escudos y brazaletes.Todo estaba a punto de comenzar. Las mentes de todos debían retroceder varios siglos para interpretar mejor sus papeles. Sobre la Circus Máximus había dos historias, dos ideas de entender el mundo. Un ejército más numeroso, el romano, debía demostrar en las pruebas que se habían preparado su teórica superioridad sobre los astures, que eran menos en número, pero hacían el mismo ruido que cualquier romano debido al sentir guerrero que siempre les caracterizó.
La caída tímida del sol simbolizó el inicio de las actividades. Habilidad, destreza y fuerza se antojaron básicas para ser el ganador final. Romanos contra Astures, dos fuerzas con un mismo fin: defender su patria y honor.
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